aww..

tierno sin llegar a empalagoso, romantico, detallista, alto (de preferencia), ni gordo ni delgado, carismatico, social (pero que no trate de ser el payasito de la fiesta), FIEL, que no tenga ojos para nadie mas (sii claro, como si eso pudiera existir), ya habia dicho detallista?, caballeroso, que tenga ganas de superarse, educado, decidido a proteger a su mujer a cualquier cosa (ay weeeey eso se oyo bien pelicula jaja), que sea trabajador, inteligente, fuerte, que sepa y le guste bailar!!!, jugueton, alegre, que valore cada detalle que su mujer tenga con el, que haga lo posible y hasta lo imposible solo por un beso, que sepa escuchar, que prefiera a su novia y no a sus amigos, que se lleve bien con la familia (de los dos), que recuerde las fechas importantes, que siempre tenga tema de conversacion, ocurrente, divertido, independiente, agradable, que tenga algo especial.

cosas que no son obligatorias pero que seria sumamente genial que tuviera:
que este guapo
que le guste el rock ;D jaja
que le gusten los dulces
que sepa cocinar

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Era un dia como cualquiera, o al menos eso creía él.
El viento soplaba amable, regalando una brisa tibia pero refrescante, el sol brillante iluminando hasta el mas mínimo rincón.
Era una plaza amplia pero lucía pequeña, ya que se encontraba inundada de personas impacientes, queriendo ganar el paso a como diera lugar, dando empujones, pero sin olvidar la sonrisa fingida y el ya tipico "disculpe" o "con permiso" como si eso les diera derecho a obtener un rapido acceso.
Ya estaba acostumbrado a ese tipo de engentamiento, para él, luchar con amontonamientos de personas era algo casi natural.
Se encontraba caminando por una orilla milagrosamente despejada, pensando en infinidad de nimiedades, cuando de pronto la vió.
Cuerpo esbelto, pero no raquitico, cabello castaño, ojos cafe oscuro vivaces y radiantes, boca pequeña pero bien definida con una bonita sonrisa, con un caminar gracil y ligero, traia el cabello suelto el cual se mecia a cada paso y brillaba con los rayos de sol dando pequeños destellos de luminocidad.
El se quedó impactado observandola a detalle pero descaradamente, con ganas de que ella notara su presencia y así fue.
Se miraron a los ojos por espacio de varios segundos hasta que en un movimiento espontaneo y desesperado (por parte de él) sus bocas se encontraron, al principio ella ponia resistencia, pero poco a poco fue cediendo al momento.
Y fue así como dos completos extraños se unieron en un momento tan íntimo, tan fragil y tan fuerte al mismo tiempo, una extasiadora mezcla de sensaciones tan magnficas que filosofos, musicos, poetas y demas artistas han intentado describir por tantos años, pero que solo los que han vivido en carne propia el sufrimiento y el placer de sumergirse en ese sentimiento tan incomprensible y tan extraordinario, solo ellos pueden recordar e imaginar que es lo que realmente se siente al besar al ser amado.
Esa sensacion de perderse en un mundo completamente nuevo y diferente donde el unico aire para respirar es el aroma que despide su ser, de hacerte uno con esa persona tan especial, olvidandose de tiempo y espacio, imaginando miles y miles de fantasias donde los unicos protagonistas son tu y tu ser querido, cayendo en un trance tan delicioso que desearias que el tiempo se congelara por toda la eternidad.

Y ella con suma delicadeza lo fue alejando poco a poco al darse cuenta lo tarde que era, de nuevo se miraron a los ojos y con una sonrisa tierna y sincera se despidieron.
De nuevo ella se perdio entre el mar de gente.
El aun no sabe si fue un sueño en el cual su mente jugó vilmente con el, o una hermosa realidad que recordara por el resto de su vida.